Se escapará

Bajo el ancho mar
rodará la cabeza salvaje
y sin vida de mi soledad.
Bajo ese mar de estrellas
escapará liviano el silencio
candente de mi suspirar.
Se escapará, sí,
la vida que tú y yo
no quisimos comenzar.

Canción de amor

Cuéntame lo que oculta tu corazón,
cuéntame lo que tanto escondes.
Ábreme esa puerta infranqueable,
hazme luz de tu oscuridad.
“Mi corazón es negro,
nada hay en él que ocultar,
pequeño, frío y triste
y un rincón para tu reinar.”
¿No hay sitio para el amor?
¿Qué reino sin fuego, sin lumbre,
ni cetro me das para gobernar?
Allí sólo está tu silencio
cárcel de mis gritos, de mi llorar,
de este latir frenético que me impulsa
a no mirar atrás, a no verte más.
Ábreme esa puerta infranqueable,
hazme luz de tu oscuridad.
“Mi corazón es negro,
poco más te puedo contar,
pequeño, frío y triste
y un rincón para poderte amar.”

Espejismo

Eres el fantasma que me engaña,
que me ata a la locura de la existencia
de un amor fugitivo, que en vano huye
por los adoquines de mi ausencia.
Eres el espejismo en este desierto
en el que los sentimientos perecen
en una primavera ajena a los sentidos
que por tanto dolor envejecen.
Eres la ilusión a la que me aferro
para creer que aún me amas,
para seguir en el intento inequívoco
de que hay amor en tu alma.
Pero no eres más que un recuerdo
que fugaz pasa por mi mente
para, de esta alma y este cuerpo,
hacerme aún más doliente.
Y no hay ya paciencia…
tu ausencia es ya hecho presente
en mis brazos que aclaman,
en estos, mis labios impacientes
que te reclaman, que te llaman
a voces, a gritos y tú indolente…
no los calmas, no los besas.
Soy tu olvido, tu presencia ingrata,
la pesada carga de la que deshaces
cuando sus besos te agrian.
Soy tu desespero y tu agonía
porque me reclamas y abandonas
una y mil veces al día.
Soy quien te espera, quien te perdona…
quien te grita, quien te ama…
y para ti, indiferente, no soy nada.

En tu oscuridad

En tu oscuridad sueño con tu figura,
con el asiento vacío que dejas
al amanecer en mi cama desnuda.
En tu oscuridad abrazo con fuerza,
el destino que nos condena una vez más
al sin sabor de la distancia y la tortura.
En tu oscuridad te amo con desatino,
en nuestra oscuridad destejo los hilos
para hilar con mayor fortuna nuestro destino.

¡Llámame!

Llámame a gritos,
que el viento lo traiga,
que te espero en el cielo,
en la sonrisa de tu gracia.
Mi voz pregunta a los vientos
por tu nuevo paradero.
Mi corazón ya salió despedido...
¡Párate mundo!
Si no puedo robarle un beso,
dame por perdido.

24-2-2010

-¿Me recuerdas, Catulo?
- Te recuerdo, Lesbia.
- Sin altares ni séquito se acerca de nuevo…
- En el altar de Cipris te espero…
- Añoraré tus lágrimas y tus brazos…
lloraré por nuestras sábanas,
soñaré con tus besos y tus labios,
cortaré a tiras esta apenada alma.
Y sin más añoraré tus palabras,
lloraré por el tiempo perdido,
soñaré con recuperar tu aliento
y cortaré los hilos de este destino…
Destino venidero que se forjó
entre suspiros y te quieros,
que el viento nos robó presto
para olvidar este desasosiego
de tenerte tan lejos, tan lejos…
- …pero volveré a estar a tu lado.
- Y tu calor…y tu cuerpo… ¿dónde están?
En este día tan entrañable
en el que mi piel te echa de menos
¿cómo olvidar cuanto nos dijimos?
Aquella hora, aquellos minutos…
¿Dónde quedó la eternidad que nos prometimos?

¿Para qué seguir?

Otra vez te alejas y siento que te pierdo,
Si ya ni de tus labios escapa un te quiero.
Sabes que no nos quieren juntos, ¿para qué seguir?
¿Para qué continuar con este sinvivir?
Si ya no me quieres, si ya nada es igual,
si sólo soy una piedra que no te puedes quitar.
Finge que me quieres, hazme feliz una última vez,
deja que roce un día más tu piel...
que termine esta tortura sin mayor locura
que el dejar de beber de tu dulzura,
no alargues más esta condena,
¡quítame ya estas cadenas!
Si no me quieres, dame libertad
y si no nos quieren comienza a luchar,
que tus besos no sean sólo mensajeros
de amargas palabras sino de te quieros.

Se acabó...hasta la próxima

De mis cenizas resurgí,
de tu oscuridad me hice dueña,
cual luz del día me buscas,
pero no obtendrás respuesta.
Y aún sabiendo que ya todo acabó...
Acabó...
Seguirás clamando a los cielos,
maldiciendo a la tierra,
y ni aún entonces el silencio
amparará tu condena.
Pero se cerraron las puertas
y no rompiste las cadenas,
se acabaron las oportunidades...
buenas noches y hasta la vuelta.

Oscuridad II

Y sin tu luz…
¿Quién me abrirá paso en esta oscuridad?
Y sin tu amor…
¿Qué será de nuestra eternidad?
Y sin tus besos…
¿Cómo podré escapar?
Y si pierdo mi alma
En este intento desesperado
De aferrarme a tu cariño
Sin pasar por tus brazos.
Y si sigo perdiendo la vida
En esta búsqueda inútil
Del sueño de tu sonrisa.
Y sigo meciéndome
Bajo esta noche oscura,
A la luz de estas estrellas
Tan mustias, tan negras,
Al amparo del rocío
Que cae de tu azahar,
Con la mirada fija en las rejas
Que me atan con torpeza
A la cruel inexistencia,
Al vacío de la indiferencia.
Y sigo esperando en mi balcón:
A que Romeo me llame a viva voz,
A que Caronte suelte la barca,
A que Prometeo devuelva el candil…
Y sigo soñándote desde la penumbra,
Desde el silencio de mis miedos,
De mis noches a solas, a oscuras...
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Pero sigo buscando tu cielo...

Oscuridad

Y en la oscuridad busco tu luz,

Pero es Silencio mi respuesta.

Y es allí donde busco tu amor,

Con Soledad por compañera.

Y busco entre las sombras

Un resquicio sin dolor,

En el que ocultar el desaliento

Y las agujas de la traición.

Y a las penumbras sucumbo

Presa de mi decepción,

Y ya no quedan lágrimas

Que detengan mi desesperación.

Es esta noche inmensa

La que ahoga mis gemidos,

La que esconde en su espesura

Todos mis sentidos.

Es esta Luna sempiterna

Testigo de mis secretos:

Sueños aciagos, negros…

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…Sueños que sólo conocen

Tus ojos: tus ojos y mi cielo.